Una de las mayores preocupaciones de todo padre al tomar la decisión de dejar su país, es saber cómo se impactarán sus hijos con el cambio. Muchas personas asumen que los niños se adaptan rápido pero ese no siempre es el caso, sino todo lo contrario.
Soy madre de tres chicos, de 16, 13 y 9 años, y me relocalicé con ellos y mi esposo a la Florida en el 2013. Al decidir mudarnos hicimos un plan detallado enfocado mayormente en el bienestar de nuestros hijos. Buscamos una ciudad que tuviera buenas escuelas, ligas deportivas y actividades recreativas pero que además fuera segura y ofreciera una buena calidad de vida para la familia.
A pesar de toda la planificación y buenas intenciones que teníamos como padres, es imposible saber cómo van a reaccionar los niños al enterarse del cambio. Les cuento que al anunciarles nuestra decisión tuvimos diferentes reacciones de parte de los tres.
El más afectado , y resistente a la idea de la mudanza, fue mi hijo mayor que en ese momento tenía 14 años. El solo pensaba que iba a dejar atrás su escuela, familia, amigos y compañeros de equipo y se negaba a ver ningún lado positivo que pudiera tener el asunto. De los tres, es el mas apegado a la cultura y por su personalidad tímida, era naturalmente mas resistente al cambio que sus hermanas. Su actitud se tornó muy difícil, y hasta desafiante, y así continuó todo el primer año luego de mudarnos, aunque milagrosamente su rendimiento académico no se afectó. La cosa empeoraba cuando iba de visita a Puerto Rico; porque al regresar estaba muy resentido y volvía a cuestionarnos la decisión de habernos mudado a la Florida.
Ya se imaginarán el sufrimiento que sentía como madre al ver como una decisión que fue tomada para bien de toda la familia estaba impactando tanto a mi hijo.
Las cosas que más lo afectaban eran el cambio de idioma, las diferencias culturales y el no tener cerca familia y amigos para compartir. El sistema escolar también es bastante diferente al que estaba acostumbrado en su escuela anterior y, aunque siguió sacando buenas notas, el tomar todas las clases en inglés, el stress de tanto requisitos de “Standard Testing” (pruebas diágnosticas stándares) y el no conocer a nadie, le hizo más difícil el proceso.
Mis hijas menores, de 11 y 7 años en el 2013, tuvieron una mejor actitud hacia la mudanza, pero les confieso que tenían muchos momentos de nostalgia. Aunque ambas dominaban bastante el inglés, tampoco estaban acostumbradas a hablarlo todo el día y las pobrecitas llegaban con unos dolores de cabeza de la escuela que ni les cuento.
Para ayudarlos a los tres a superar poco a poco sus temores e integrarlos con otros chicos de su edad, los anotamos en las ligas deportivas y culturales de la ciudad. Al practicar sus deportes y hobbies favoritos pudieron divertirse y comenzar a hacer nuevos amigos. Mi hijo mayor, aunque nunca ha sido muy religioso que digamos, comenzó a visitar el grupo de jóvenes de una iglesia del área donde tambien hizo algunas amistades y se sintió bienvenido.
Otro factor que ayudó en el proceso de acostumbrarnos en la Florida fue el contar con un grupo de amistades puertorriqueñas que prácticamente nos adoptaron, incluyéndonos en sus actividades, y que hicieron sentir a nuestros hijos como en familia. Creánme que el solo hecho de poder hablar español, comer arroz con gandules y escuchar música boricua cuando estas lejos, no tiene precio!
Hoy en día, a más de dos años de la mudanza a Florida, y luego de mucho esfuerzo y paciencia, es que puedo decirles que hemos visto finalmente una gran mejoría en la adaptación de los niños a este cambio. Ahora ya dominan mucho mejor el idioma, tienen amigos en sus escuelas, pertenecen a ligas deportivas y artísticas y también participan con frecuencia en las actividades sociales y culturales de la comunidad.
A todos nuestros lectores que estén considerando mudarse con sus hijos a la Florida, les digo, que aunque el camino no es tan fácil como lo pintan, con mucho amor, paciencia y comunicación todo es posible. Nunca olviden que el tiempo es el mejor aliado.
Pendientes que pronto les estaré compartiendo una lista de “Tips” para ayudarlos en el proceso de la mudanza a la Florida con sus hijos.